Lugares increíbles en tu viaje a Marruecos:

Marruecos es un país lleno de contrastes, donde se combinan la historia, la aventura, la cultura y paisajes naturales impresionantes. A continuación, te presentamos los destinos más destacados que deberías incluir en tu recorrido:

El Desierto del Sahara:

– Merzouga (Erg Chebbi):

La experiencia más mágica de Marruecos. Disfruta de un paseo en camello por las dunas, pasa la noche en un campamento bereber, y contempla el cielo estrellado del desierto.

– Erg Chigaga (Zagora):

Una opción más salvaje y auténtica, alejada del turismo masivo. Ideal para aventureros que quieren vivir el desierto en su forma más pura.

Ciudades Imperiales:

– Marrakech:

Una ciudad vibrante y colorida, famosa por su medina, sus mercados (zocos), sus palacios y su ambiente animado.
No te pierdas: la Plaza Jemaa el-Fna, el Palacio de la Bahía, los Jardines Majorelle y la Mezquita Koutoubia.

– Fez:

La ciudad más antigua y cultural de Marruecos. Su medina es un laberinto medieval lleno de historia.
Destacan: las curtidurías, la Universidad de Al Quaraouiyine, la Madrasa Bou Inania y los talleres artesanales.

– Meknes:

Menos turística pero muy rica en historia. Ideal para combinar con Fez.
Lugares clave: la Puerta Bab Mansour, el Mausoleo de Moulay Ismail y las ruinas romanas de Volubilis (cercanas).

– Rabat:

La capital del país, moderna pero con un corazón histórico.
Puedes visitar: la Torre Hassan, el Mausoleo Real y la Kasbah de los Oudayas.

Montañas del Atlas y Valles:

Gargantas del Todra y Valle del Dades:

Impresionantes cañones y paisajes montañosos. Perfectos para caminatas y fotografía.

Alto Atlas:

Cruzar el paso de Tizi n’Tichka es una aventura con vistas espectaculares. Se pueden visitar pueblos tradicionales y el famoso ksar de Aït Ben Haddou.

Imlil y el Valle de Ourika:

Cerca de Marrakech, son ideales para una excursión de un día. Naturaleza, cascadas y contacto con la cultura bereber.

Ciudades con Encanto:

Chefchaouen:

Conocida como “la ciudad azul”. Sus calles pintadas, su ambiente tranquilo y su ubicación entre montañas la hacen mágica y única.

Essaouira:

Una ciudad costera con mucha historia y ambiente artístico. Ideal para descansar, comer pescado fresco y disfrutar del mar.

Tánger:

En el norte del país, donde se encuentran el Atlántico y el Mediterráneo. Tiene una mezcla cultural única y es la puerta de entrada desde Europa.

Playas y Costa Atlántica:

Agadir:

Ciudad moderna junto al mar, ideal para relajarse en la playa. También es un buen punto de partida para excursiones hacia el desierto o el Anti-Atlas.

Taghazout:

Un pequeño pueblo pesquero convertido en paraíso del surf. Tranquilo, auténtico y con hermosos atardeceres.